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BernardoBrasilero

La educación Chilena y la política del acceso en detrimento de la calidad


Los resultados que se observan de las investigaciones hechas por el ministerio de educación para guiar sus reformas diagnostican una realidad frecuente en toda América Latina en general: el alto desfase existente entre los quintiles ricos y pobres en las instituciones responsables de formar los nuevos trabajadores y ciudadanos del país, las escuelas.

Si bien los datos apuntan revelan un cambio de actitud del gobierno en las últimas décadas, producto de reformas curriculares, programas enfocados a instituciones que poseían un histórico de malos desempeños, y aumento del acceso a la enseñanza básica y media, estos también son concluyentes en el sentido de que no se observan progresos significativos en materia de logros de aprendizaje, o sea, las discrepancias en este ámbito, entre niveles socioeconómicos bajos y altos, sigue siendo alta. En el documento “Revisión de las políticas nacionales de educación” en su capítulo 1, cuadro 8, se aprecian los resultados SIMCE del octavo básico del 2000: Pese a que en el cuadro los grupos A y B, demuestran resultados parejos en comparación al tipo de establecimiento en donde estudian, se observa que a partir del grupo C, que representa el mayor percentil de la muestra, el desempeño es efectivamente distinto a favor de los establecimientos privados. Sumando los grupos C, D y E, se concluye que el 59% de los estudiantes de básico tienen más posibilidades de obtener mejores aprendizajes cuando se matriculan en un colegio privado.

Concomitantemente, es comprensible que se manifestara una tasa de desistencia tan alta en enseñanza media, en virtud de la falta de formación entregada en la básica. La estrategia del gobierno, si bien parece resolver temporalmente el tema del acceso y cobertura a la población, con su incentivo al desarrollo de instituciones técnico-profesionales, carece de visión a largo plazo y de preocupación hacia una formación verdaderamente íntegra con relación a los segmentos socioeconómicos más bajos de la sociedad. Su punto débil consiste primero, en no haber planeado de forma adecuada, un margen de rigor en lo que se refiere a la relevancia de cada currículo técnico-profesional. Es de conocimiento público los casos en los cuales egresados de carreras técnicas se deparan con la sorpresa de que no hay campo laboral para la especialidad en que se formaron. El último caso estuvo recién en las noticias televisivas, en que estudiantes en perito forense se dieron cuenta de que no había campo para su formación. Segundo, los currículos técnico-profesionales encaminan al joven hacia el mundo laboral de forma precoz y limitada a un espectro del conocimiento; su formación se centra demasiado en técnicas, procedimientos y operaciones encaminadas hacia áreas laborales específicas, olvidando otras habilidades fundamentales en cualquier ámbito social. Su estructura es poco adaptable a las circunstancias cambiantes del mundo laboral, puesto que en ese currículo falta la base general, universal de conocimientos necesarios al contexto social que nos ronda.

Por fin, concluyo que existe aún una brecha social muy grande entre las clases sociales en Chile, y que las reformas que se han hecho, como demuestran los datos, fueron eficaces en ampliar la cobertura y acceso a más gente, pero que todavía no ha logrado en términos significativos progresos la calidad, de forma equivalente, en el sistema educacional como un todo, y que la formación técnica-profesional, pese a que hoy se ve como un campo de oportunidades, puede ser foco de otras situaciones problemáticas al desarrollo del país.

Obs: como se nota, hay un pequeño atraso en esta publicación, por lo que pido consideración en función de un problema de conexión a Internet que tuve, desde el fundo donde vivo. Gracias por la atención en todo caso.

1 comentario

Profesora -

Bernardo:
Haces un buen análisis de la lógica del texto, pero no abordas todas las temáticas propuestas por el autor, haces bien al abordar las estadísticas expuestas. En cuanto a tu ortografia, "Ministerio de Educación" debe ser escrito así.

Tu calificación es un 85.

Adiós, la profesora.